El cerebro ocupa el 2% de nuestra masa corporal pero consume el 25% del gasto energético diario. Hay alimentos que son una fuente de veneno para el cerebro y otros por contra son una fuente de salud. Por estas razones, una correcta alimentación es clave para mantener nuestras facultades mentales en condiciones óptimas a lo largo de nuestra vida.
La revisión de la dieta y el establecimiento de pautas y nutrientes necesarios es imprescindible. Comer bien nos ayuda a estar de mejor humor, a tener más vitalidad, a concentrarnos y atender mejor, a que nuestro sistema inmune sea fuerte y que nuestros organos funcionen bien.
El tipo de nutrición adecuada debe incluir más verdura, fruta, legumbres, pescados e hidratos de carbono de absorción lenta (arroces, pan, patatas, cereales,…). En definitiva debemos de incorporar a traves de los alimentos los siguientes nutrientes esenciales para el cerebro: Glucosa a través de hidratos de absorción lenta (cereales, pan, arroz,…), Omega 3 y fosofolípidos (pescado azul de pequeño tamaño y yemas de huevo, aceite virgen,…), Vitaminas B: Ácido fólico (Vitamina B9), Cobalina (Vitamina B12), Vitaminas C y E (frutas y verduras), Hierro y Magnesio.