Biofeedback para tratar los problemas de sueño
Con 1/3 de nuestras vidas dedicadas a dormir, no es de extrañar que los trastornos del sueño son uno de los problemas más debilitantes que enfrentan las personas.
El insomnio es la dificultad para conciliar o mantener el sueño, despertar más temprano de lo esperable, o simplemente despertar con la impresión de no haber tenido un sueño reparador. Esta enfermedad provoca un malestar importante, o un deterioro en las actividades sociales, laborales y personales del paciente.
El insomnio afecta entre un 15-34% de la población. El 10% de la población padece insomnio crónico. Más del 50% de la población padece insomnio transitorio a lo largo de su vida. Sólo escaso porcentaje (alrededor de un 5%) consulta al médico y hasta un 20% se auto medica o consume alcohol para paliar los síntomas.
La medicación es el tratamiento de primera elección. Muchas personas no son conscientes de la utilidad, eficacia y forma correcta de tratar el insomnio sin usar medicamentos En el corto plazo inmediato (es decir, primera semana), los medicamentos pueden producir una mejora a un ritmo mucho mayor que los tratamientos sin medicamentos pero a largo plazo no son tan útiles como otras técnicas no farmacológicas además de provocar en muchos casos efectos secundarios importantes.
Las causas de insomnio agudo pueden incluir estrés, enfermedades, medicamentos, interferencias en horario de sueño normal, los factores ambientales que interfieren con el sueño y el malestar emocional o físico.
Algunas de las causas del insomnio crónico incluyen la depresión, la ansiedad, el estrés crónico y dolor o incomodidad en la noche.
Una excelente alternativa para dormir sin medicamentos es el Biofeedback. El Biofeedback utiliza sensores colocados sobre la piel para realizar un seguimiento de la tensión muscular o ritmos cerebrales entre otras variables fisiológicas. Los pacientes pueden ver en tiempo real su nivel de actividad o tensión esto les permitirá entrenar estrategias para reducir la tensión, relajar los músculos, frenar su respiración, en definitiva reducir la tensión física y mental.
Al ser el biofeedback un entrenamiento la mejoría persiste en el tiempo y en muchos casos es posible abandonar definitivamente el uso de fármacos para dormir.
Además es imprescindible evaluar el sueño y establecer pautas de higiene del sueño y cambiar hábitos que estén resultando perjudiciales.