Los trastornos de la eliminación de comienzo en la infancia, consisten en una incapacidad para controlar de forma voluntaria la emisión de orina o de las heces, en el tiempo que se considera normal.
La maduración nerviosa es condición indispensable para que pueda lograrse dicho control y alrededor de los 4 años debe haberse logrado.
Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño o niña a padecer este trastorno como problemas físicos; iniciar demasiado tarde el hábito del control; malos hábitos de aprendizaje; circunstancias emocionales (factor psicológico); factor hereditario; ciclo del sueño muy profundo, estreñimiento crónico, etc.
Aunque suele mejorar espontáneamente con el paso del tiempo, es un tema que no debe ignorarse. El primer paso será determinar la causa del problema o el factor que lo ha podido desencadenar. El manejo en estas situaciones es importante ya que si al niño o niña se le recrimina o se le castiga porque ensucia las ropas suyas o de la cama, puede tener sentimientos de culpa o ansiedad y provocar malestar emocional.
En algunos casos, se utiliza tratamiento farmacológico, aparatos de alarma (pipi-stop), técnicas de aprendizaje al control, técnicas de relajación, etc dependiendo del caso.