Trastornos de la conducta Alimentaria

Definición

Desde los aspectos médico, psicopatológico e interpersonal, los Trastornos de alimentación son una afección frecuentemente grave y compleja. Su tratamiento requiere de la atención multidisciplinaria para abordar los distintos aspectos.

Los trastornos de la conducta alimentaria agrupan 3 tipos:

  • Anorexia nerviosa.
  • Bulimia nerviosa.
  • Trastornos no especificados, dentro de los cuales el más común es el Trastorno por atracón.

La anorexia se caracteriza por un miedo intenso a engordar y por una profunda insatisfacción con el cuerpo, de manera que la persona se vuelve una verdadera adicta a perder peso.

Trastornos de la conducta Alimentaria

La bulimia se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vómito provocado, abuso de laxantes y diuréticos, el ayuno o ejercicio excesivo.

Trastorno por atracón o Trastorno alimentario compulsivo ha sido definido como la falta de control sobre la ingesta que se manifiesta comiendo grandes cantidades de alimentos en un periodo discreto de tiempo. La realización de atracones causa gran malestar en la persona; estos no van seguidos de conductas compensatorias.

Todas ellas comparten las distorsiones cognitivas y elevada insatisfacción con la imagen corporal.

Es indiscutible que la recuperación de peso debe ser el objetivo primero a conseguir con cualquier paciente que presente severa desnutrición. Así además de preservar su vida, se pueden trabajar otros aspectos tales como: la distorsión de la imagen corporal, los pensamientos obsesivos presentes, la autoestima dañada o síntomas propios de alteraciones de la personalidad.

Hay tanta variedad de pacientes como de padres y madres o de dinámicas familiares. Es por ello que en la selección del tratamiento se deben tener en cuenta tanto los criterios de eficacia establecidos en el campo científico como la conveniencia a la hora de aplicarlos según las circunstancias particulares.

  • Elaboración de la Historia clínica.
  • Pruebas analíticas y/o de neuroimagen.
  • Evaluación y exploración clínica.
  • Evaluación psicológica mediante entrevista y selección de batería de test.
Trastornos de la alimentación

Los cuestionarios son capaces de evaluar las dimensiones cognitivas y afectivas de la insatisfacción con la imagen corporal, pero también es importante evaluar la percepción distorsionada que tienen de su figura.

La elección del tratamiento vendrá determinada por las conductas específicas que presente la persona diagnosticada.

En general, se pueden citar como objetivos del tratamiento los siguientes:

  • Proporcionar ayuda a las personas afectadas por esta enfermedad para que puedan conocer los mecanismos y síntomas de la misma y así cooperen activamente en su rehabilitación física y psicológica.
  • Proponer y seguir programas de rehabilitación nutricional adecuados para recuperar unos parámetros normales de peso.
  • Informar a cada paciente sobre los riesgos de sus patrones alimentarios y proporcionarles apoyo individual y familiar para modificarlos.
  • Analizar con cada paciente sus pensamientos en relación con sus hábitos alimentarios, señalando aquellas distorsiones cognitivas que puedan estar favoreciendo sus conductas inadecuadas y los efectos negativos.
  • Abordar los aspectos que están produciendo insatisfacción con la imagen corporal, consiguiendo así que pueda desechar los pensamientos erróneos sobre ésta y vaya disminuyendo la ansiedad que le provoca la exposición cotidiana a situaciones relacionados con su cuerpo.
  • Mejorar el funcionamiento interpersonal y social.
  • Prevención de recaídas.

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